“Cuando cumplí 50 años, los clientes me dieron una sorpresa que nunca olvidaré”

Elvira Gascón en la entrevista para el blog de Grupo Parisien

Lo que iba a ser un trabajo de verano en el servicio de limpieza profesional de Grupo Parisien se ha convertido en una relación laboral de 12 años y medio. Elvira Gascón reside en Alicante, es madre de dos hijos, y desde hace poco más de un año su pasión es su nieto Álex. Nos explica que ha llegado a hacer grandes amigos en algunas de las plantillas para las que ha trabajado.

 

¿Qué recuerdas de tus inicios en la empresa?

Comencé un 1 de junio para hacer las sustituciones de verano. Cada mes hacía los servicios de una compañera, así que recorrí en poco tiempo muchas oficinas en Agua Amarga y Alicante, y naves industriales en los Polígonos de Babel, Las Atalayas y Pla de la Vallonga. Después de eso, he cambiado varias veces de destino hasta que ya me asenté en un colegio profesional, donde estuve diez años.

 

Habiendo trabajado diez años en un mismo centro tendrás muchos recuerdos…

En mi cumpleaños, cuando cumplí los 50, terminé mi turno y fui a cambiarme. En el cuarto me habían dejado un ramo de rosas y una nota de felicitación firmada por los veintitantos trabajadores del Colegio. Fue muy especial.

 

¿Qué actividad realizas ahora?

Trabajo por las mañanas, desde hace año y medio, en una residencia de tercera edad en Alicante. Llevamos la limpieza entre varias mujeres. Me encargo de la recepción, baños y oficinas de la planta baja y las habitaciones en una de las plantas.

 

¿Supuso mucho cambio este servicio respecto a otros en oficinas o naves?

Cada servicio es diferente, aunque sea limpiar pero es distinto el ritmo. Una oficina no es lo mismo que limpiar una nave. La verdad es que cuando entré aquí pensaba que me iba a costar más, pero a la semana ya me había adaptado. Hay buena coordinación con todo el personal, tanto de limpieza, como auxiliares geriátricas y las responsables del centro.

¿Qué tipo de limpieza realizas?

Principalmente es limpieza diaria de baños, suelos, polvo y mantenimiento de cristales de las habitaciones. Y la completamos con limpieza a fondo a lo largo del año.

¿Eres detallista en tu trabajo con algo en concreto?

No puedo con los baños sucios, creo que es fundamental que estén limpios. Será por defecto profesional, pero cuando te dedicas a esto lo ves todo, las gotas en el espejo del baño, las manchas en el suelo… De todas formas, los baños que no se han mantenido bien, cuesta más tiempo recuperarlos que cualquier otra zona de un edificio.

 

¿Qué te da más satisfacción al terminar un trabajo?

Que quede todo recogido. En las oficinas, respeto el orden de cada uno, porque es su puesto de trabajo. Y al final, yo les conozco por su mesa y sus gustos para organizar sus cosas, pero ellos también a mí.

 

¿Qué valoras más del trato con el empleado en una empresa de limpieza?

Ser discreta, sobre todo de cara al cliente. Que no se note que estás. Organizas el trabajo para acoplarte a su actividad. Cuando hay una sala vacía aprovechas para entrar, por ejemplo. También hay que ganarse la confianza. A veces he llevado llaves de muchos sitios y a lo mejor el cliente ni me veía, porque trabajaba en un horario distinto al suyo. Para eso tiene que haber confianza con la persona que va a limpiar y tú tener las cosas claras, porque es una responsabilidad.

En una entrevista anterior, Cristiana Amelia de la Cruz, nos contaba que había pasado de tener un negocio propio a trabajar en Grupo Parisien y este cambio le permitía dedicar más tiempo a sus hijos. 

Grupo Parisien
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